Rara vez nos ponemos a pensar en lo importante que son los signos de puntuación para entender bien lo que leemos. O para que los demás entiendan lo que escribimos. Tal vez lo pensaste esa vez que alguien te mandó un mensaje de WhatsApp sin siquiera una coma y te costó descifrar lo que te quería decir.
Y sin embargo, en la antigüedad se escribía sin punto, ni coma, ni nada, ni siquiera espacios ni minúsculas. TEIMAGINASLOQUESERIAESO
En su libro Signos de civilización. Cómo la puntuación cambió la historia, Bård Borch Michalsen hace un breve recorrido por la historia de los signos de puntuación y cuenta a quiénes les debemos su existencia. Después hace un repaso general del uso de los principales signos de puntuación. Cabe mencionar que no se trata de un manual de uso correcto de la puntuación. Los signos de puntuación varían de un idioma a otro, aunque por lo general no sea demasiado [1].
Michalsen también hace una reflexión basada en estudios de investigación sobre la manera en que escribimos ahora. Habla de cómo el lenguaje oral se mezcla con el escrito, por ejemplo, en los mensajes instantáneos que nos escribimos con amigos [2]. La mayoría de nosotros, no respeta las “reglas”, pero eso no quiere decir que no las conozcamos y podamos aplicarlas en otros contextos. De todos modos, el autor destaca que los signos de puntuación (entre otras cosas) contribuyen a que el mensaje que queremos transmitir sea más claro y fácil de entender.
Bård Borch Michalsen es un académico noruego. Trabajó como profesor asociado y vicerrector en la Universidad de Tromsø (UiT The Arctic University of Norway). Escribió varios libros sobre lenguaje y cultura. Signos de civilización. Cómo la puntuación cambió la historia es su primer libro traducido al castellano [3].
La puntuación es un sistema de convenciones que otorga mayor precisión y profundidad a las letras y palabras, dotándolas de color y emoción, tono y ritmo.
Bård Borch Michalsen, Signos de civilización
Unas palabras sobre la traducción
Como no sé noruego, tuve que leer el libro traducido. Es de las mejores traducciones que he leído. El texto se lee fluido, y no tiene sabor a traducción. Para los que les molestan las notas del traductor, en este libro hay poquísimas y todas son imprescindibles. El traductor es Christian Kupchik, traductor de varios idiomas, experto en filología nórdica y escritor, entre otras cosas.
Algo que me gustó especialmente es que la traducción está hecha al español argentino. Eso no quiere decir que esté llena de lenguaje coloquial argentino, sino que es fácil de leer para un argentino. Por ejemplo, el autor cuenta una anécdota de Ernest Hemingway en la que sus amigos le dicen “Si podés […]”. Si podés. No “si puedes”. Me hizo pensar hasta qué punto tendría razón Enrique Pezzoni. Aun si no es un texto literario, no sentí que los amigos de Hemingway hayan sido ‘violentamente desplazados’ a otro mundo, el argentino [4].
Si queremos comunicar bien cuando escribimos, no podemos ceñirnos a reglas individuales sobre cómo escribir, construir oraciones o puntuar. […] Cuantas más pautas comunes compartamos en el acto de comunicar, mejor nos entenderemos.
Bård Borch Michalsen, Signos de civilización
¿Y vos? ¿Qué opinás? Contame en los comentarios. Si te gustó el artículo, ¡compartilo!
Hacé clic acá si querés saber cómo puedo ayudarte a obtener soluciones lingüísticas.
Michalsen, Bård Borch. Signos de civilización. Cómo la puntuación cambió la historia. Buenos Aires, Ediciones Godot, 2022. Traducción de Christian Kupchik. Ver en Goodreads.
[1] Por ejemplo, si comparamos algunas frases en inglés y español, podemos ver algunas diferencias.
Dear Mr Smith, (inglés británico)
Dear Mr. Smith, (inglés estadounidense)
Estimado Sr. Smith:
She said, “I better go.”
Dijo: “Mejor me voy”.
We were having a good time –or so I thought.
Lo estábamos pasando bien, o al menos eso creí.
[2] Por ejemplo, en WhatsApp es común obviar el punto al final de las oraciones. Y cuando alguien lo usa, ¿no te pasó que te da una sensación extraña? Michalsen cita estudios de investigación que muestran que no sos el único… Además, hasta la RAE lo reconoce: https://www.rae.es/duda-linguistica/los-mensajes-de-whatsapp-deben-cerrarse-con-punto
[3] La información sobre el autor es la que figura en el libro.
[4] Me refiero a la cita de Enrique Pezzoni que mencioné en el artículo Traducir y localizar: ¿hasta qué punto?