Como hice en diciembre pasado, seleccioné algunos artículos que me parecieron interesantes. El tema de 2020 es la pandemia, por eso los artículos que elegí hablan de Zoom, la comida y la ecología en relación con el coronavirus.
Por qué las llamadas de Zoom nos consumen toda la energía (The reason Zoom calls drain your energy). Manyu Jiang, BBC
Para contestar esta pregunta, se consultó a dos expertos en desarrollo y efectividad laboral. Pero es útil para todos, ya que últimamente hacemos llamadas para comunicarnos con la familia y los amigos, ni hablar si además son necesarias en nuestro trabajo.
Puntos destacados del artículo:
- Las videollamadas requieren más atención, porque hay que esforzarse más para procesar los indicios no verbales de una conversación ─expresiones faciales, tono
de la voz, gestos, etc.─. - El silencio y las demoras también son estresantes, además de que estamos muy conscientes de que nos están mirando. Es como estar en un escenario.
- El mismo hecho de estar encerrados y de vernos obligados a comunicarnos de esta manera también contribuye al estrés. Según uno de los expertos, no importa si somos introvertidos o extrovertidos, a todos nos agota. Además, hacemos todo en el mismo lugar y eso hace que nos cueste hacer una separación entre el trabajo, por un lado, y la familia y los amigos, por otro. Como si uno fuera a un bar y se pusiera a charlar con compañeros de trabajo, familiares y amigos todo en el mismo lugar. Al no tener variedad, somos más vulnerables a los sentimientos negativos.
- También se distingue si la reunión de Zoom es por obligación o por gusto. Es decir, si uno tiene que estar pendiente de sí mismo o se puede relajar y ser natural. En el primer caso, por ejemplo si es una reunión de trabajo con mucha gente, uno de los expertos dice que es como si uno estuviera mirando televisión y la televisión lo está observando a uno.
Por último, se dan algunas recomendaciones para aliviar el cansancio que provoca Zoom: limitar las videollamadas a las necesarias, apagar la cámara o no tenerla enfrente para mejorar la concentración, dejar pasar un rato entre una llamada y otra y optar por opciones más tradicionales (o anticuadas, si prefieren), como escribir una carta.
6 consejos para controlar los ruidos de fondo en las reuniones por videollamada (6 tips to controlling background noise in your video meetings). Mike Bahtiarian, Fast Company
Siguiendo la línea de las reuniones por videoconferencia, en este artículo se dan recomendaciones para mejorar la calidad del sonido desde nuestras casas. Así contribuimos un poco a disminuir el estrés que se mencionaba en el artículo anterior.
- Es mejor usar una habitación en la que haya cortinas, alfombras y muebles. Las telas porosas ayudan a absorber el sonido. Cuanto más material haya, más se absorbe.
- Si es posible, dejar a las mascotas en otra habitación para que la habitación esté aislada de ruidos.
- Mejorar la absorción acústica de la habitación. Por ejemplo, se puede colgar una manta a nuestras espaldas para mejorar la calidad del sonido.
- Ubicar ventiladores, aparatos de aire acondicionado y otros dispositivos que hagan ruido lejos de los micrófonos.
- Tener buena iluminación también ayuda a que los demás puedan ver los movimientos de nuestra boca y las expresiones faciales. Hay que tener en cuenta que es mejor que las fuentes de luz no estén detrás de nosotros.
- Acercarse al micrófono o usar auriculares.
Para terminar con el tema de las videollamadas, parece que se pueden comprar fondos para videollamadas, un cartón que tiene pintada, por ejemplo, una estupenda biblioteca.
Las dietas del coronavirus: ¿qué hay detrás de esas ganas de comer como niños? (Coronavirus diets: What’s behind the urge to eat like little kids?). Carli Liguori, The Conversation
La pandemia por la COVID-19 está cambiando nuestra manera de comer. En Rosario, por ejemplo, había aumentado la demanda de harina. No podemos negar que la mayoría come más y no necesariamente mejor. Y aunque este artículo menciona estadísticas de Estados Unidos, en principio también aplica. Las estadísticas hablan de mayor consumo de comida envasada, en vez de fresca, aumento de los pedidos de papas fritas y gaseosas, etc. Por eso Liguori habla de “comer como niños”.
La explicación que da es que, en los momentos de estrés, tenemos una mayor tendencia a comer más y a optar por alimentos más calóricos. “Cuanto más dulce y más salado, mejor”. Sea que tengamos hambre o no, comer algo rico nos hace sentir bien. Incluye un vínculo a un estudio que dice que las comidas apetitosas generan en el cerebro una respuesta similar a la de los opiáceos[1].
Además, menciona que muchas veces asociamos la comida con experiencias vividas y por eso nos trasportan a épocas que disfrutamos.
Concluye diciendo que no “está mal” buscar alivio en la comida para enfrentar la situación, pero lo mejor es que solo sea temporal.
“Noto en usted una incontenible e irrefrenable tendencia y/o compulsión a referirlo todo a temas de la ingesta, y/o/u… aé aé… gastronómicos”. Les Luthiers
¿Son buenas las pandemias para el medio ambiente? (Are Pandemics Good for the Environment?). Elic Weitzel, Sapiens
Desde que empezó la pandemia, hemos visto publicaciones de animales que empezaban a aparecer en las ciudades desprovistas de gente. Algunos de estos informes eran falsos, pero no todos[2]. También es cierto que han disminuido los niveles de contaminación y emisiones en algunos lugares.
El artículo analiza los efectos que tuvieron dos pandemias anteriores: la peste negra del siglo XIV y los brotes de enfermedades ocurridos durante la colonización europea en Norteamérica en los siglos XVI y XVII. En ambos casos, la mortalidad masiva y los cambios económicos tuvieron consecuencias tanto a nivel local como mundial. Pero estas no fueron necesariamente positivas para el medio ambiente.
Algunos puntos que menciona el artículo:
- Durante ambas pestes, crecieron bosques en las tierras de cultivo abandonadas. Estos bosques ayudaron a disminuir la cantidad de dióxido de carbono y por tanto a enfriar las temperaturas a nivel mundial. Pero ahora, el grado de reforestación necesario para reducir la temperatura sería demasiado alto. En cualquier caso, las pandemias implican la muerte de muchas personas y eso no justifica los beneficios ecológicos.
- El impacto en el medio ambiente no siempre es positivo. Por ejemplo, durante la peste negra en Egipto, se abandonaron los sistemas de riego que sostenían la agricultura. Esto llevó a que los suelos se vuelvan áridos e imposibles de usar.
- La reducción de las emisiones generada por esta pandemia no persistirá a medida que se restablezca la economía mundial. Puede haber impactos positivos, teniendo en cuenta los beneficios que se han probado con respecto al trabajo remoto. Pero según lo que muestra la historia, siempre hay sectores que buscan la manera de sacar ventaja de la situación, sin importar las consecuencias que esto tenga en otras personas o en el medio ambiente.
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Créditos de las imágenes:
Zoom. Foto de Gabriel Benois en Unsplash.
Cerebro. Imagen de John Hain en Pixabay.
[1]https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/003193849290155U?via%3Dihub
Across Traducciones 
¡Gracias! 😀
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Excelente articulo Selene Desire , felicitaciones.. 😀 abrazo y éxitos
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Muy buena información!
El vie., 5 de junio de 2020 18:03, Across Traducciones escribió:
> Selene Desiré posted: “Como hice en diciembre pasado, seleccioné algunos > artículos que me parecieron interesantes. El tema de 2020 es la pandemia, > por eso los artículos que elegí hablan de Zoom, la comida y la ecología en > relación con el coronavirus. Por qué las llamadas de Zo” >
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